Bulbos son de colores, en floración
mis preferidos los Tulipanes,
bocadillo de flores y sensualidad…
Y unas freesias tan hermosas en sus varas, explosión de belleza...
Que me serviran de postre
y para calamelar a mi galán.
Fresas con nata, en primavera nunca nos faltan…
Esparcir la exuberancia…
Jacinto y los jacintos me saben dar
lo que yo anhelo,
Bulbos para exclamar: “AY”
De belleza sin igual… Mi chico
cultivado y admirando, viga de esplendor…
que me proporciona tanto amor…
Bulbos y unos ajos y unas cebollas
que sin lagrimas de sensibilidad, no se lía
una buena historia…
LEYENDA DE LOS JACINTOS
En la Trastienda de Quedeflores.com nos encantan las curiosidades sobre las flores sus usos, mitologías, significados… y, en esta ocasión queremos compartir con vosotros la leyenda del Jacinto.
Su nombre original es “Hyákinzos” que según una etimología popular, esta palabra está formada por “ánzos” que significa flor y la exclamación “ay” que además dicen que está escrita en la flor.
La leyenda cuenta que Jacinto era un héroe laconio, hijo de Amiclas y Diomedes, y que su belleza hizo que el dios Apolo se enamorara de él. Un día los dos enamorados estaban jugando a lanzar el disco y Apolo quiso presumir ante Jacinto lanzándolo con toda su fuerza, mientras, Jacinto no quiso quedarse atrás intento cogerlo y el disco le hirió de muerte en la sien. Apolo al ver que no podía curarle ni devolverle la vida, le concedió la inmortalidad transformándole en la flor llamada Jacinto.
Desde entonces, esta flor se regala para representar el afecto, aunque según la versión de Ovidio, las lágrimas de Apolo cayeron sobre los pétalos de la flor y la convirtieron en una señal de luto.
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